lunes, 3 de diciembre de 2012

Anotaciones de un simio 6

Proyecto vital. Es un término que queda tan sumamente bien en un escrito. Uno cuando se plantea escribir algo siempre tiene un resquicio de su proyecto vital. Pero ¿Qué es el proyecto vital?

Pues señores, el proyecto vital es una quimera. Al menos en un mundo así. Y al menos, para personas como yo. El proyecto vital es eso que te planteas para que pase tu vida. Digamos que es el camino que vas a recorrer. Si no tienes lo medios para conseguirlo tu proyecto vital será un fracaso y tendrás que proponerte metas más acordes con tu situación (casi siempre es económica). Si eres una persona como yo, que es gilipollas de nacimiento y no sabe lo que quiere, es decir, un simio que piensa, no sabrás nunca cual es tu proyecto vital.

A lo largo de mi vida he querido ser muchas cosas. Primero quise ser astronauta, luego controlador aereo porque estos ganan "muchos dineros". Con el tiempo pensé en la arqueología porque me apasionaban estas cosas. Todo esto para acabar queriendo ser informático y posteriormente programador de videojuegos. Total, que ni uno, ni lo otro, porque ahora estudio historia porque quiero ser historiador ¿Pero quiero ser historiador?

No, no quiero ser historiador, me apasiona la historia, pero no quiero ser historiador. Quiero conocer la historia para conocer al ser humano y sus problemas, y así ser un buen político que detecte los problemas de la sociedad en su conjunto. Pero yo ya soy político, quizá no profesionalmente pero en la práctica si. Y tampoco me ha servido para alcanzar mi mayor aspiración como político, que es cambiar la sociedad. Eso si, conozco muchas más cosas sobre esta sociedad que la mayoría de políticos, profesionales y no profesionales.
También estudio historia porque es una ayuda a la hora de crear historias. Si conoces el alma humana, conocerás cuales son sus razones para actuar. Por eso no nos olvidemos, también soy escritor. Quizá no muy bueno, pero soy escritor.

Ahora me he dado cuenta de que tampoco estoy contento con ello. El fenómeno de los youtuber me ha calado hondo. He visto a gente grabándose haciendo lo que quiere y le gusta, y a la vez ganándose unas buenas suculentas cantidades de dinero. He pensado que cuando acabe la carrera ese debe ser mi proyecto vital. Grabarme haciendo lo que me gusta. Pero ¿Qué me gusta hacer?

No lo sé. En realidad mi proyecto de vida es una mierda. Como lo es el tuyo, y hablo de de ti, el que me está leyendo, y como lo es el de la mayoría de personas de este jodido mundo. El proyecto de vida es buscar metas que cuando alcanzas te das cuenta de que no son lo que querías relamente. Además parecen siempre enfocadas a una actividad relacionada con el mundo laboral. Ese es nuestro proyecto de vida. El de todos. Es una puta mierda envasada con fecha de caducidad.

Porque en las escuelas nos enseñan las respuestas de los distintos proyectos vitales, pero no nos enseñan a hacernos las preguntas para saber que proyectos vitales son los que realmente queremos. No nos enseñan ni si quiera a crearnos un proyecto alternativo para nosotros mismos. No señor, nos los exponen como en un escaparate y tú los compras. No los creas, los compras.

Mientras, yo sigo aquí sin saber cual es mi puto proyecto vital. Y no me digáis que hay que fijarse en las cosas pequeñas de la vida, que son las que hacen el día a día. Tampoco me vengáis con el cuento de que uno tiene que aprender a valorar lo que tiene, porque cuando se pierde, es cuando lo echas de menos. Eso es poesía barata. Yo ya me fijo en las cosas pequeñas, las disfruto y las valoro. De hecho si actúo es para conservar ese opio que me mantiene vivo. Pero cada vez necesito más opio...