Sólo se sabe que cuando se está decaído, sin fuerzas, sin ánimos todo te parece irrelevante y piensas que la vida es una broma de mal gusto. En pocas palabras, cuando tu estado de ánimo equivale a la economía española, y perdón por el chiste, te das cuenta de que la vida no tiene sentido. Es entonces cuando se crea el vacío. Un vacío que se tiene que llenar. Pero el problema es que cuando tu buscas cosas para llenarlo, tarde o temprano este se hace más grande y lo que antes te llenaba ahora te parece una de las mayores estupideces de la vida.
Sin embargo, jamás entenderé como puedes revertir esa situación. Los intrínsecos mecanismos que dentro nuestro funcionan son capaces de pasar de off a on por una canción que te alegre el alma. Quizá sea verdad que la música nos revela secretos que están dentro nuestro, y eso es lo que al final le da sentido a nuestra banal y efímera existencia. La música es lo que tiene. No sólo es un lenguaje para comunicar, también nos produce sentimientos.